*SPANISH BELOW*

El León Pardo and Hannah Lee work together to combine the ancient sounds of the Colombian gaita with the seventies aura of an electric organ to create two versions of a unique and timeless ambient exploration. With Hannah Lee's electric organ as a constant narrative backdrop, El León Pardo takes the listener on a journey that goes through frustration, mourning, and anguish until reaching acceptance.

As a producer, Hannah Lee first plays with the sounds of El León Pardo's breathing and uses several recordings from different microphones to create dense textures inspired by the sounds of the ceremonial purification processes used in communities in the region. To balance the exorcism evoked by the first version, the second was kept as close as possible to the original recording. The duality of the pieces, enhanced by the manipulation of the tones of the recordings themselves, inspires in the listener an emotional process similar to going through the darkest hours of the night to arrive relieved and hopeful at dawn.

The name, taken from Khalil Gibran's book The Prophet, refers to the relationship between light and darkness as a matter of perspective.

About El León Pardo: With the Colombian gaita and trumpet, El León Pardo has focused his creative process on the consolidation of an authentic language, combining the native sound of Caribbean roots with the neat appearance of contemporary times. His musical exploration arises from the vital need to explore his own sounds. From whose experimentations his first album “Cumbia Ácida” was born, and with a career spanning more than twelve years, he has performed solo and alongside some of the best-known names of the Colombian contemporary scene, including Ondatropica, Edson Velandia, Cerrero, Mitú , and Indus.

*ESPAÑOL*

El León Pardo y Hannah Lee trabajan juntos para combinar los sonidos ancestrales de la gaita colombiana con el aura setentera de un órgano eléctrico para crear dos versiones de una exploración ambiental única y atemporal. Con el órgano eléctrico de Hannah Lee como constante telón de fondo narrativo, El León Pardo lleva al oyente a un viaje que pasa por frustración, luto, angustia hasta llegar a la aceptación.

Como productorx, Hannah Lee primero juega con los sonidos de la respiración de El León y usa varias grabaciones de diferentes micrófonos para crear texturas densas inspiradas en los sonidos de los procesos ceremoniales de purificación utilizados en las comunidades de la región. Para equilibrar el exorcismo evocado por la primera versión, la segunda se mantuvo lo más cerca posible de la grabación original. La dualidad de las piezas, potenciada por la manipulación de los tonos de las mismas grabaciones, inspira en el oyente un proceso emocional similar al de atravesar las horas más oscuras de la noche para llegar aliviado y esperanzado al amanecer.

El nombre, tomado del libro de Khalil Gibran El Profeta, hace referencia a la relación entre la luz y la oscuridad como una cuestión de perspectiva.

Sobre El León Pardo: Con la gaita colombiana y la trompeta, El León Pardo ha enfocado su proceso creativo a la consolidación de un lenguaje auténtico, conjugando el sonido autóctono de las raíces caribeñas con el semblante prolijo de la contemporaneidad. Su exploración musical surge de la necesidad vital de explorar sonidos propios. De cuyas experimentaciones nace su primer disco “Cumbia Ácida”, y llevando una trayectoria de más de diez años, se ha presentado solo y también con algunos de los nombres más conocidos de la escena contemporánea colombiana, incluyendo Ondatropica, Edson Velandia, Cerrero, Mitú, e Indus.